Por lo menos 20 personas murieron por un ataque con un presunto avión teledirigido de Estados Unidos contra una casa en Pakistán, en lo que representó la undécima ofensiva de este tipo después de un ataque suicida contra la CIA en Afganistán, informaron autoridades de espionaje. Cuatro misiles hicieron impacto en la casa en la zona de Shaktoi, en la región de Waziristán del Sur, la misma donde un ataque con otro avión no tripulado tenía como objetivo el jueves una reunión de comandantes militares, en lo que pareció ser un intento fallido por asesinar al jefe del Talibán en Pakistán, Hakimula Mehsud.
El líder miliciano ayudó a organizar el ataque del 30 de diciembre contra una base remota de la CIA en la provincia afgana de Khost, que mató a siete empleados de la agencia y aparecía en un video junto al hombre jordano que realizó el ataque. Los analistas sospechan que la red Haqqani, una facción del Talibán de Afganistán relacionada con al-Qaida, también ayudó a realizar el ataque de la CIA, el peor contra la agencia de espionaje en décadas.
Desde el ataque con bomba, Estados Unidos ha realizado 11 presuntos ataques con aviones no tripulados en Waziristán del Norte y del Sur, una cantidad nunca antes vista desde que hace dos años comenzó con mayor fuerza el programa dirigido por la CIA en Pakistán. La casa que atacada el domingo era usada por Usman Jan, el líder del Movimiento de Uzbekistán, relacionado con al-Qaida, informaron funcionarios de inteligencia.
Cinco uzbekos murieron en el ataque, pero no estaba claro si Jan estaba entre ellos. El predecesor de Jan, Tahir Yuldash, también murió por un ataque teledirigido en Waziristán el año pasado. Las otras 15 personas que murieron el domingo eran talibanes paquistaníes, informaron las autoridades.
Cuatro milicianos más resultaron gravemente heridos, pero sus identidades no se conocían, dijeron las autoridades, que hablaron bajo condición de no ser identificadas porque no estaban autorizadas para hacer declaraciones a los medios de comunicación. Estados Unidos no suele hacer declaraciones sobre los ataques con aviones no tripulados, pero ha dicho que éstos han matado a varios líderes de al-Qaida y el Talibán.
Aunque Pakistán denuncia los bombardeos en público como violaciones de su soberanía, se estima que tiene un arreglo secreto con Washington para autorizarlos. Las críticas han sido más discretas cuando los ataques apuntaron a extremistas que son una amenaza para el Estado, como Mehsud.
