Insurgentes volaron hoy con bombas las casas de cuatro oficiales de policía en una ciudad al oeste de Bagdad, y al menos siete personas murieron, incluyendo el jefe antiterrorista local. Seis personas resultaron heridas en los ataques coordinados en la ciudad de Hit, ubicada en Al Anbar, la provincia iraquí que fue el principal bastión de la insurgencia sunnita de 2003 a 2006 y que experimenta desde hace meses un incremento de la violencia, informaron las autoridades.
Los atacantes pusieron bombas cerca de las casas de policías de Hit, situada 60 kilómetros al oeste de la capita provincial, Ramadi, informó el jefe de los servicios de rescate local, teniente coronel Fadhil Nimrawi. «A las 3 de la mañana, hombres plantaron bombas alrededor de los dormitorios de cuatro casas pertenecientes a miembros de la fuerza policial, incluyendo la del mayor Walid al-Hiti, jefe del departamento antiterrorista de Hit», dijo Nimrawi.
Los estallidos mataron al jefe antiterrorista, a su mujer, su madre, un niño y tres policías e hirieron a otras seis personas, incluyendo mujeres y niños, en la cuatro casas, agregó el funcionario, citado por la cadena de noticias CNN. Nimrawi señaló que varias personas fueron detenidas por los ataques, pero no dijo cuántas. El jefe rescatista añadió que fuerzas de seguridad buscaban a otras personas sospechosas de haber participado en los atentados.
Hiti fue uno de los líderes de una campaña contra Al Qaeda en Irak en la mayoritariamente sunnita Al Anbar que ayudó a reducir muy significativamente la presencia de la organización islamista en la provincia, la más grande de Irak.
La provincia fue el bastión número uno de la insurgencia sunnita luego de la invasión estadounidense de 2003.
Pero desde 2006, tribus sunnitas locales se asociaron con el ejército estadounidense e iraquí y, a cambio de dinero, se volvieron contra sus ex aliados de Al Qaeda y echaron a la mayoría de sus miembros de la provincia.
