La muerte de una pasajera tras desembarcar en Río de Janeiro de un vuelo procedente de Nueva York puso nuevamente en evidencia las fallas del organismo encargado de administrar los aeropuertos brasileños, que es objeto de criticas desde hace varios meses. Las nuevas críticas surgieron luego de que la aerolínea brasileña TAM informara en un comunicado de que, pese a que avisó antes de aterrizar que había una pasajera que necesitaba atención médica de urgencia, los socorristas apenas aparecieron 25 minutos después del aterrizaje del avión.
El hecho ocurrió en la mañana de este domingo en el aeropuerto internacional Tom Jobim de Río de Janeiro, uno de los de mayor movimiento del país y que es administrado por la estatal Empresa de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero). La brasileña María Petrúcia Ribeiro da Silva, de 68 años y propietaria de un salón de belleza en Nueva York, pretendía visitar familiares en Río de Janeiro y había embarcado en el vuelo 8079 de la TAM que partió de Estados Unidos en la noche del sábado.
La pasajera manifestó que se estaba sintiendo mal hacia las 2.00 hora brasileña (4.00 GMT) y, tras ser asistida por la tripulación, el comandante del vuelo avisó al aeropuerto de Río de Janeiro de la necesidad de atención médica de emergencia. El avión aterrizó en Río de Janeiro a las 5.30 hora local (7.30 GMT) y, según el comunicado de TAM, la Infraero no envió ningún equipo médico para atender a la pasajera. Los socorristas apenas aparecieron 25 minutos después cuando Ribeiro da Silva ya estaba muerta, según el comunicado de la aerolínea.
Aeronoticias considera resaltar que según los médicos del Instituto de Medicina Legal de Río de Janeiro, la pasajera al parecer fue víctima de trombosis venosa aguda, conocida como síndrome del viajero por ser común entre personas que dejan de moverse por mucho tiempo. Infraero no se ha pronunciado hasta el momento sobre la falta de asistencia.
Los familiares de la mujer muerta denunciaron además la desaparición de una bolsa en la que la pasajera cargaba cerca de 8.000 dólares en dinero.
Infraero, cuya privatización ha sido propuesta en diferentes oportunidades, fue considerada como la principal responsable por los problemas en los aeropuertos que hace un año provocaron atrasos generalizados de los vuelos, incluso de más de 24 horas, y una serie de incidentes que fue conocida como el «apagón» aéreo de Brasil.
