(Aeronoticias).- Las largas colas que se forman durante la madrugada en los puestos de control migratorio del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, y que pueden generar hasta 45 minutos de espera para los viajeros, tienen como causa principal la falta de personal.
Así lo reconoció Edgard Reymundo, jefe de la Dirección General de Migraciones y Naturalización (Digemin). El funcionario explicó que, de acuerdo con estándares internacionales, cada terminal aéreo debe contar con 189 inspectores y técnicos para el mencionado control. El nuestro solo tiene unos 160, entre los que se incluyen los agentes de la Policía Nacional.
Para superar esta situación se han dispuesto planes de contingencia, como la operación del 100% de ventanillas (30 de ingreso al país y 16 de salida) en horas punta y en temporada alta (diciembre, enero, febrero, marzo y julio). Pero esto resulta insuficiente pues los pasajeros están sometidos a una larga espera.
Otro grave inconveniente es el crecimiento sostenido del flujo migratorio, a un ritmo del 15% anual. Reymundo afirmó que en el 2011 arribaron al país 11.3 millones de personas procedentes del extranjero. Este año, la cifra llegaría a los 12.4 millones, de los cuales unos 5.4 millones ingresan por el aeropuerto Jorge Chávez.
¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN?
Para Reymundo, estas dificultades podrían superarse si el Ejecutivo promulgara un proyecto de ley que transformaría a la Digemin en un organismo técnico especializado. Para esto, dicho poder del Estado cuenta con las facultades legislativas que le fueron otorgadas por el Congreso de la República, manifestó.
“Esto nos permitiría tener una autonomía administrativa y económica, con lo que podríamos contratar a más personal, ya que actualmente no podemos hacerlo. Podríamos manejar nuestro propio presupuesto”, señaló.
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