Según las primeras informaciones que se cruzan, la Dirección Nacional de Criminalistica del Perú (DIRINCRI) habría identificado al supuesto asesino del estilista Marco Antonio –quien fuera asesinado brutalmente en su departamento en San Isidro-, luego de que un taxista testigo del supuesto homicida lo describiera como un sujeto corpulento, de 1.80 m de estatura, trigueño, con bigotes, cejas pobladas, labios carnosos y con bigotes.
Por lo que previamente se había realizado un “identikit” del posible asesino, y hoy ya se tendría identificado al supuesto asesino del estilista, sindicado como una de sus ex parejas sentimentales.
Yacía boca abajo, atado de pies y manos con un cable de computadora. Tenía una camiseta de Universitario de Deportes introducida en la boca y la cabeza estaba cubierta con una bolsa de plástico negro, semidesnudo, en un principio para los investigadores la escena representaba un mensaje: «Tiene todos los condimentos de un crimen por venganza» según definieron varias fuentes que ven el caso.
Pero el caso tiene una segunda vuelta de tuerca, hoy el sujeto sindicado habría confesado en la sede de la RIRINCRI ubicada en la avenida España, que él cometió el asesinato mientras es interrogado por los agentes de la División de Homicidios, no sin antes subrayar que habría una segunda persona involucrada en la muerte del estilista.
Al respecto se involucró también la teoría del ajuste de cuentas, debido a un supuesto dinero que Marco Antonio no habría pagado, «Por las características no descartamos que antes de matarlo pudieran haber tratado de sacarle información», dijo un agente. «Se trató de al menos dos hombres que fueron a la casa directamente a matar. Los asesinos no son improvisados. Creemos que por alguna razón la víctima los dejó pasar», insistió el investigador.
Aeronoticias considera que es vital una investigación para esclarecer que fue lo que sucedió con el artista, debido a que este hecho representa un hecho grave para la realidad de este país, la ratificación de la inseguridad y la facilidad con la que cualquier persona pudiera quedar envuelta en hechos tan sangrientos como los ocurridos en los últimos días.
