(Aeronoticias): Los reguladores de la seguridad aérea de Estados Unidos se enfrentan a nuevos interrogantes tras recientes eventos en los que casi chocaron aviones en aeropuertos del país, desafiando todavía más a la creciente industria de la aviación ante el aumento de la demanda.
La Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) ya enfrenta cuestionamientos luego de que ordenó en enero el aterrizaje temporal de aeronaves en todo el país, por primera vez desde de los ataques del 11 de setiembre de 2001 debido a problemas con el sistema de alertas de seguridad.
En una audiencia del Senado el pasado miércoles, el senador republicano Ted Cruz difundió una reconstrucción de los hechos del 4 de febrero en el aeropuerto de Austin-Bergstrom, cuando un avión de carga de FedEx en fase de aterrizaje casi choca con uno de pasajeros de Southwest Airlines que estaba por despegar.
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El director interino de la FAA, Billy Nolen, dijo que el incidente sigue en investigación. «Iremos hasta donde nos lleven los hechos», agregó.
En las últimas semanas, otros dos incidentes en los que casi provocan una colisión han llamado la atención nacional.
El 13 de enero, un jet de American Airlines que despegaba desde el aeropuerto internacional JFK de Nueva York, con destino a Londres, cruzo sin autorización una pista de salida, y estuvo a menos de 500 metros de un aparato de la compañía Delta con destino a República Dominicana, de acuerdo con el reporte preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
La entidad anunció la semana pasada la investigación de un tercer incidente ocurrido el 18 de diciembre cuando el vuelo 1722 de United Airlines perdió altura tras despegar desde la isla de Maui, en Hawái. El aparato logró recuperarse y volver una trayectoria segura.
El vuelo estuvo a 800 pies (unos 243 metros) de estrellarse en el océano Pacífico, según los reportes de medios semanas después.
Nadie resultó herido en ninguno de los incidentes.
Sin embargo, en recientes audiencias en el Capitolio varios legisladores han señalado los problemas. El representante de la presidencia de transportes de la Cámara, Sam Graves, dijo que el incidente en el JFK mostró que la aviación estadounidense «necesita urgente atención».
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Estos incidentes llegan en un momento en que la FAA también está bajo escrutinio por el cese temporal de vuelos del 11 de enero, que fue causado por problemas con el sistema de Notificaciones de Misiones Aéreas (NOTAM).
Nolen dijo a un panel del Senado el miércoles pasado que la agencia había hecho cambios para evitar otro cese de vuelos, pero que una actualización importante del sistema no estaría lista antes de 2025.
‘Sin relación evidente’
Mike Stengel, socio de la consultora AeroDynamic Advisory, dijo que no hubo una «relación evidente» entre estos eventos.
«Mi lectura es que ha sido una cadena de incidentes que necesitan atención» dijo Stengel, al destacar que urge una reevaluación inmediata más allá de la FAA y de las aerolíneas comerciales.
Pero Jim Hall, exjefe de la NTSB, dijo que los incidentes sugerían «una erosión de la seguridad aérea», tras los problemas con el Boeing 737 MAX, que tuvo dos accidentes mortales luego de una certificación deficitaria del avión de parte de la FAA.
«Es muy preocupante», dijo Hall, que destacó que la FAA enfrenta grandes desafíos en el corto plazo, incluyendo el establecimiento de protocolos para certificar los taxis aéreos y regular las aerolíneas mientras renuevan el personal después la pandemia.
«La cuestión es: ¿La FAA está preparada para el futuro?», dijo Hall.
«Es momento de que el Congreso y las directivas de la FAA examinen muy de cerca si la FAA está estructurada, financiada y dotada para la aviación del futuro».
Las dificultades aparecen en medio de pronósticos de que la demanda de transporte aéreo se recupera y va a sobrepasar sus niveles prepandemia en 2023. Sin embargo, algunos expertos de la industria advirtieron que la cadena de suministro y la escasez de personal pueden ser un desafío.
No habrá ‘complacencia’
En presentaciones en el Congreso, Nolen y otros funcionarios de la FAA destacaron que el rol de la agencia ha sido garantía de que no se presenten accidentes mayores desde 2009.
Como respuesta a estos incidentes, Nolen anunció que está en marcha una cumbre sobre seguridad en marzo, así como revisiones de los intercambios de información de seguridad y de la organización del tráfico aéreo.
Michel Merluzeau, director de la consultora de análisis espacial y de defensa AIR, dijo no estar muy preocupado por los últimos incidentes, destacando que las mejoras tecnológicas en los sistemas han mejorado notablemente para prevenir accidentes.
Pero la FAA ha sido «muy lenta y burocrática» al adoptar algunos sistemas nuevos. También, la agencia ha tenido problemas para mantenerse al día con aeropuertos de mayores volúmenes y de rápido crecimiento como el de Austin y Phoenix.
«La carga de trabajo de los controladores aéreos se ha vuelto cada vez más y más pesada», dijo el directivo en un correo a la AFP.
Fuente: aviaciónaldia.com