(Aeronoticias).- El 4 de noviembre de 2010, uno de los A380 de Qantas tuvo que devolverse luego de 15 minutos de vuelo porque uno de sus motores estalló en medio de la ruta Singapur-Sydney. Pese a que los 433 pasajeros y los 23 miembros de la tripulación a bordo salieron ilesos, el incidente generó preocupación por la seguridad del súper jumbo.
Ayer un informe de la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte informó que el accidente se debió a una falla de fábrica. «El defecto causó que se partiese un tubo y que entrase carburante en el motor, donde se incendió por las altas temperaturas», explica el informe de esa autoridad.
La agencia australiana tiene previsto entregar su informe definitivo durante el mes de mayo.
Qantas dejó en tierra a su flota de aviones durante un tiempo en 2011 para revisar los aparatos después de tener problemas con varios motores fabricados por Rolls-Royce. Fuente: http://diario.elmercurio.com
