(Aeronoticias).- No fue uno de esos frentes de defensa, sospechosos siempre de defender a una organización política. Tampoco una ONG, no demasiado bien vistas pues se les carga intereses internacionales espurios y entonces, cero credibilidad. La iniciativa en este caso partió de una promoción, la 1976, egresada del Colegio Andrés Rázuri, entidad entrañable para los Sanpedranos, que fue fundada en 1934 por impulso de los ciudadanos, no del Estado. Cincuentones, los muchachos de esta promoción viven dispersos por todo el Perú y algunos fuera. Pero la iniciativa surgió de ellos, en el camino se les ha sumado una buena cantidad de personas y de instituciones, la están peleando y la vamos a ganar.
Las pampas de Chilco se ubican una decena de kilómetros antes de llegar a San Pedro de Lloc, Capital de la Provincia liberteña de Pacasmayo, situada a 82 kilómetros al norte de Trujillo. Son enormes y ventosas extensiones de arena, tierra y plantas suculentas en las que se desarrolló la cultura Cupisnique, contemporánea a Chavín. Una babilónica visión agroindustrial determinó que la empresa Gandules comprara gran cantidad de tierras en la zona, durante el Gobierno de Alan García. A un paso está la bellísima y antañona SAN PEDRO DE LLOC y quince kilómetros más al norte, Pacasmayo. Al medio, la Reserva Privada Cañoncillo, 1,311 hectáreas de un bosque seco invalorable, absolutamente invalorable.
De un día para otro en las pampas de Chilco meses atrás apareció maquinaria de construcción y se puso a trabajar. La gente no entendía nada.
Tampoco las autoridades explicaban. Fueron integrantes de la Promoción 76 del Rázuri quienes detectaron que BEFESA, una Empresa Española dedicada al reciclaje de residuos industriales, de aluminio y acero, empezaba a construir una planta para almacenar y desintegrar basura de alto riesgo al lado de su ciudad. Los compañeros de la 76 se movilizaron, sacudieron a las autoridades, investigaron. BEFESA en primer lugar, no tiene curriculum, tiene prontuario. En México y España exhibe una cantidad vergonzante de denuncias por impactos severos al ambiente. Luego, el Proyecto de San Pedro de Lloc se había “legitimado” en una consulta popular hecha . . . . en ASCOPE, que pertenece a otra Jurisdicción. El proyecto no tiene licencia y se llama RELLENO DE SEGURIDAD y Planta de Incineración de Residuos Peligrosos. ¿Te gustaría tenerla a unos cuantos kilómetros de tu localidad? ¿Qué importador te comprará mangos producidos al lado de un basurero químico? ¿Cómo será el aire que respiren tus niños en adelante? Befesa, en toda la historia de esta barbaridad, no ha hecho sino cometer argucias. Como la de presentar un Estudio de Impacto Ambiental, que fue aprobado por la Digesa del Minisiterio de Salud. El problema es que el tal estudio no lo ha visto nadie, la empresa no lo muestra y Digesa, estando obligada por la ley de transparencia informativa, silba mirando el techo.
Desde hace más de dos meses Pacasmayo y San Pedro están movilizándose contra un proyecto que se pudre como es pescado: desde la cabeza. Porque para continuar con la obra en contra de la población entera hay que tener padrino y bien de arriba. Para desafiar hasta al párroco de San Pedro, padre Ronald La Barrera, es indispensable un vínculo oscuro con el poder público que corresponda. Porque para actuar como si nada ocurriese, cuando todo esta ocurriendo, se debe contar con el respaldo tranquilizador de un poderoso. Pero BEFESA no contaba con que la Promoción de un Colegio QUE HACE SALTAR EL BOBO A SANPEDRANOS Y PACASMAYINOS, decidiera luchar con todo a favor de la limpieza de sus territorios. Sin politiquerías, sin chismes para desconfiar, sin conflicto de intereses. Una ruta sana no solo para las movilizaciones por algo justo, también para nuestro sistema educativo. Fuente: Caretas