(Aeronoticias).- El presidente del Ecuador, Rafael Correa, en una decisión personal decidió la remisión de las penas a que se hicieron acreedores los autores del libro “El gran hermano” así como el diario El Universo, (ambos medios de su país) que fueron acusados de llevar a cabo una campaña mediática para desprestigiarlo, no sólo a él si no también a su familia, durante cuatro años.
“Perdono, pero no olvido”, sentenció el mandatario, mortificado porque la prensa internacional solo dio la versión de los acusados, ignorando a la del agraviado, añadiendo que «detrás de una prensa corrupta están sus propietarios», y que “hemos aprendido mucho sobre hasta dónde llegan los tentáculos de este poder omnímodo”.
Dijo también que lo sucedido en su país representaba «el más claro ejemplo de la lucha entre el estado de opinión y el estado de derecho, la dictadura mediática y la democracia».
En otro momento de su anuncio de disponer la remisión de las condenas “que merecidamente recibieron “ los responsables de agravios gratuitos e injustos sobre su persona como Jefe de Estado, Correa remarcó que “ esta fructífera lucha nos permitió descubrir las distorsiones del sistema americano de derechos humanos, cuyo financiamiento de su Relatoría proviene de Estados Unidos, lo que refleja la hegemonía del capital que está detrás”.
Finalmente selló sus palabras enfatizando que “ Esto no va más en el Ecuador, y pronto en nuestra América”.
