Los vientos máximos sostenidos de Rick amainaron a casi 205 kilómetros por hora (125 millas por hora). El huracán tiene la posibilidad de seguir debilitándose, pero aún es considerado como una tormenta peligrosa mientras se aproxima a Baja California. El centro de Rick fue ubicado a unos 615 kilómetros (380 millas) al sur-suroeste de la localidad mexicana de Cabo San Lucas, con rumbo al noroeste a unos 17 kph (10 mph).
El huracán había descendido el domingo a categoría 4, mientras su trayectoria amenazaba con afectar un torneo importante de pesca, cuyo comienzo estaba previsto para el miércoles en Los Cabos, donde participarían cientos de deportistas, principalmente estadounidenses. Estaba previsto que Rick avanzara hacia aguas más frías y se debilitara a entre 175 y 138 kph (109 y 86 mph) antes de tocar tierra, pero «seguiría siendo un huracán peligroso durante el último par de días», informó el domingo el Centro Nacional de Huracanes en Miami.
Francisco Cota, director de protección civil de Los Cabos, dijo que las autoridades contemplaban ya la apertura de albergues y comenzarían a realizar patrullajes policiales para instar a los habitantes en zonas propensas a inundaciones a fin de abandonen sus hogares. Cota destacó sin embargo que las condiciones en la ciudad-balneario eran todavía cálidas y soleadas el domingo.
Los meteorólogos pidieron a los habitantes del litoral en Baja California que vigilen la fuerza de la tormenta, pues Rick seguiría siendo un huracán extremadamente peligroso durante los próximos días. Rick es el segundo huracán más fuerte en el noreste del Pacífico desde 1966, cuando los expertos empezaron a registrar huracanes con más rigor científico, explicó el meteorólogo Hugh Cobb.
El huracán Linda, en septiembre de 1997, ha sido el huracán más fuerte en el noreste del Pacífico, con vientos máximos de 296 kph (185 mph). «Probablemente, Rick quedará en los archivos como uno de los huracanes que más rápidamente se han fortalecido», dijo Cobb.
