Think Tank: Tanques con ideas arrolladoras bajo la mira

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(Aeronoticias).- Aunque el fenómeno Think Tank -que hace referencia organizaciones poseedor de un cúmulo de ideas- sea apenas conocido tal cual, es cercano a las actividades de ciertas ONG, que desarrollan en algunos casos investigaciones y de allí los políticos puedan consultar. Y si bien esta desconexión Think Tank/ONG-políticos sea notoria en el país, habría que preguntarse si todas estar organizaciones hacen presión en los políticos.

Mejor dicho, si los Think Tank son grupos de presión, o lobbies, como se les conoce.

Tras la renuncia de Jim DeMint del Senado norteamericano para convertirse en el presidente de Heritage Foundation -un Think Tank-, el revuelo político reveló que el salario anual del senador DeMint sería de 1,2 millones de dólares, siete veces más que su sueldo de 174 mil dólares como senador. Un think tank al cual donó 300 mil dólares. Recordando a un político nacional ¿Por Dios y por la plata?

Para el diario Washington Post, hacer de su líder a Jim DeMint, Heritage «se convierte en un instrumento político al servicio del extremismo, no en un think tank bien reputado ni fuente de erudición».

Si, en definitiva, el Think Tank se alínea con políticos que piensan como ellos, entonces no sería un problema real. Qué diferencia de ser una organización que dice «verdades» al ritmo de un agraciado donante, y que termine virando al esperar respuestas que terminen por atentar con los datos obtenidos.

Con información de Onthinktanks y New Republic.

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