(Aeronoticias).- ¿Ve el delicado punto negro al costado de la pizza de la famosa empresa norteamericana Domino’s? Es una cucaracha ¿Duda? Quizá un acercamiento al bichito le convenza de ello.
Este hecho le sucedió al ciudadano Guillermo Solano Rossembertt, quien pidió vía telefónica dicho alimento a la firma Domino’s Pizza de la avenida Elmer Faucett cerca de las 11 de la noche del 10 de julio. Cuando llegó el envío, cubierto por unos sobres de orégano descubrieron al pequeño intruso, aplastado por un trozo de piña.
Y eso que Karim Amaya, su esposa con 3 meses de gestación, estaba deseosa de comer pizza con orégano.
Tras la devolución del dinero al haber reclamado por la cucaracha, Solano siguió arremetiendo contra Domino’s y envió un correo electrónico a la Municipalidad de San Miguel. Hizo lo mismo en la cuenta de Facebook de la empresa. En el primer caso, la comuna cerró el local. En el segundo caso, la empresa anunció -motivo de una autocensura inmediata en su propio portal de la red social- que denunciará a Solano Rossembertt por «afirmaciones falsas y difamaciones».
Una carta notarial de Domino’s Pizza llegó a manos de Guillermo Solano, carta que reza lo siguiente: «Ante la publicación de fotos, afirmaciones falsas y difamatorias realizados (sic) por usted en su cuenta Facebook, que atenten (sic) contra nuestra buena reputación comercial, le ha querellado penalmente por el delito de difamación agravada previsto en el tipo penal del artículo 132 del Código Penal y estamos solicitando se le imponga el máximo de pena privativa libertad y el pago de una indemnización de S/ 1’000.000.00».
Documento con un contenido tan sano como la piña con relleno de insecto de la cajita.
«Domino’s Pizza no aceptará ni permitirá que persona alguna realice conductas de ningún tipo (sic) que atenten contra nuestra reputación comercial y que estén destinadas a chantajes y extorsiones. Por tanto le exigimos el retiro inmediato de fotografías, comentarios difamatorios posteadas (sic) en su muro de Facebook y en cualquier medio de comunicación o red social y se abstenga de continuar con esta campaña difamatoria».
Lo único de difamatorio en este caso es que una cucaracha origine la clausura por cinco días de Domino’s Pizza, hecho que no sería la primera vez en la ciudad de Lima, cuando a fines de 2012 la comuna de Barranco les hallara con recipientes oxidados, pizzas manipuladas con las manos desnudas y hornos llenos de sarro y grasa.
Y lo peor: Una censura por decir la verdad.
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