El sobrepeso es la causa de un gran número de enfermedades

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El sobrepeso es la madre de un gran número de enfermedades –cáncer, diabetes, hipertensión, arteroesclerosis, etc– y el motor de todas las que surgen a partir de los 40 años, según señala el experto en nutrición José Enrique Campillo, autor de ‘Comer sano para vivir más y mejor’ (Destino).

«Todo se previene con la alimentación pero no hay remedios milagrosos, no hay remedios básicos que nos prolonguen la vida, pero a través de una alimentación saludable prevenimos o retrasamos la aparición de las principales enfermedades que afectan al envejecimiento», advierte en una entrevista a Europa Press.

El sobrepeso es la causa de un gran número de enfermedades

No obstante, reconoce que «cada persona es diferente», con diferentes condicionantes como es la menopausia en las mujeres, el consumo de tabaco, el abuso del alcohol, las variantes genéticas, etc, y, por tanto, «tratar a todos con el mismo ungüento es loco pensamiento».

En su opinión, para conseguir aumentar años a la vida «uno debe adaptar sus circunstancias personales a unas normas saludables de alimentación». «Pensando que nunca es tarde para intentarlo, podemos hacer que se llegue más lejos con pocas cosas: con algo de ejercicio y una alimentación saludable», explica.

Aunque para ello la población debe ser consciente, primero de que «la alimentación es una de las cosas más importante que podemos hacer por la salud»; y, en segundo lugar, que el organismo consume una gran cantidad de «sustancias perjudiciales y poco convenientes».

«Una persona introduce al día por su boca al organismo, entre líquidos y sólidos, tres kilos, quizás más, eso quiere decir que una persona de más de 50 años ha introducido al organismo por varios camiones de alimentos que contienen un montón de sustancias que se van quedando en el hígado, las arterias, etc.», añade.

Pequeñas dosis, 5 veces al día

Por otra parte, el libro pretende «orientar» aquellas personas que tratar de adelgazar o tienen como objetivo comenzar a llevar una dieta equilibrada, pero que se encuentra desorientada, en ocasiones por falsos mitos, consejos desactualizados, recomendaciones partidistas por parte de casas comerciales y sugerencias de «indocumentados y famosillos».

La primera recomendación es que, aunque sólo sobren unos kilos, «hay que mantener el peso recomendado» porque, como ya comentó anteriormente, el sobrepeso abre la puerta a un gran número de enfermedades.

En segundo lugar, hay que repartir los alimentos en al menos cinco comidas, incluso seis si se cena pronto y se acuesta tarde. «Desayuno, media mañana, almuerzo, merienda, cena y, si es necesario, recena, porque nuestro organismo asimila mucho mejor los alimentos en pequeñas dosis repartidos a lo largo del día», señala.

Finalmente, hay un tercer consejo, «del que nadie habla», y que, a su juicio, es el principal defecto de la nutrición saludable en las sociedades «opulentas y desarrolladas», que es lo que denomina «embudo alimentario», muy común entre la juventud y que consiste en alimentarse siempre de los mismos alimentos. El objetivo es «aumentar la diversidad de alimentos que consumimos a lo largo de la semana».

Por lo tanto, una dieta sana significa llevar una dieta equilibrada, y para ello hay que comer frutas, verduras y hortalizas, algo de cereales y luego, el resto de alimentos, «rotarlos», de modo que a lo largo de la semana se introduzcan huevos, legumbres, pescados y carnes, pero de distintas clases.  Además, «en cada una de las cinco comidas tiene que haber obligatoriamente algo vegetales, hortalizas o frutas».

Además, Campillo recomienda cambiar de marcas y de proveedores en el caso de los alimentos envasados para no saturar al organismo de los mismos aditivos y conservantes. De este modo «el organismo descansa durante un mes» en el que el hígado consigue desintoxicarse de estos productos que, «aunque han sido autorizados por la UE y España», no son naturales.

No hay dietas milagro

El ejercicio físico ocupa un lugar destacado a la hora de tratar de modificar la conducta en busca de una vida «más larga, sana y feliz». En su opinión, el hombre no debe separar el ejercicio físico de la alimentación, ya que «una regla universal en biología, que ningún animal se la salta, muestra todo animal sólo puede conseguir la energía de los alimentos si gasta energía muscular para conseguirlo». Esta regla con el hombre ha sido modificada y, como recordó, actualmente es el único animal que no necesita gastar energía muscular para comer.

   Por otra parte, lamentó que con la llegada de la primavera se multipliquen las dietas y productos adelgazantes, así como las revistas que descubren nuevas terapias y herramientas rápidas para perder peso, cuando la realidad es que «no existen los milagros para adelgazar». Asimismo, advirtió de que lo que se consigue con estos productos y terapias es el temido efecto ‘yo-yo’ una vez que la dieta termina y un grave desequilibrio nutricional.

El organismo sólo admite una perdida de peso al día de entre 50 y 75 gramos diarios ya que en caso de una perdida mayor el cuerpo no se habitúa a la nueva situación, al año supone una perdida de entre 15 y 20 kilos pero que al producirse gradualmente produce que el organismo (cerebro, sistema metabólico, corazón, riñón, etc.) se adapte a esa nueva condición, «ya esa adaptación requiere tiempo».
Fuente: www.europapress.es
 

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