(Aeronoticias).- El suboficial de la Fuerza Aérea Peruana (FAP), Víctor Ariza Mendoza, actualmente en prisión y procesado por el delito de alta traición a la patria, no sólo entregó secretos militares de su arma a Chile sino que además proporcionó los nombres de todos sus camaradas que estaban asignados a 22 embajadas y 150 consulados del Perú en el extranjero, significando esta felonía una grave situación para la integridad física de aquellos, que en caso de guerra hubieran resultado muertos.
Así lo reveló el diario limeño “Expreso” que obtuvo la ampliación de la declaración instructiva del mencionado espía ante el juez militar de la FAP, Fernando Rivera Baca, quien tiene la responsabilidad de ventilar el caso que ha causado indignación entre la ciudadanía peruana por la magnitud de esta traición que ha trastocado la seguridad del país.
Así lo reveló el diario limeño “Expreso” que obtuvo la ampliación de la declaración instructiva del mencionado espía ante el juez militar de la FAP, Fernando Rivera Baca, quien tiene la responsabilidad de ventilar el caso que ha causado indignación entre la ciudadanía peruana por la magnitud de esta traición que ha trastocado la seguridad del país.
El rotativo precisa que el traidor confesó que muchos de los datos que vendió a militares chilenos lo consiguió en el puesto de comando de la FAP en la ciudad amazónica de Iquitos, donde estuvo destacado en el año 2006, teniendo acceso a una exclusiva base de datos correspondiente a un alto jefe de la FAP.